Seleccionar página

Excursión al Estartit

 

Esta es una excursión de ida y vuelta al Estartit y a Roses, en un solo día, lo cual nos plantea hacer muchos Km en poco tiempo.
A pesar de este inconveniente, decidimos ir.
Estaba tan convencido que no tendríamos tiempo de ver nada que estuve a punto de no llevarme la cámara fotográfica y limitarme a resolver las imágenes de la salida con el móvil. No obstante, al enterarme que saldríamos una hora antes que de costumbre y pensando que aún sería de noche, me animé a coger mi reflex Nikon D5200 para pillar el amanecer desde el autocar.

 

 

Así fue. Como podéis ver, pillé el amanecer desde el autocar y la verdad es que las fotografías quedaron bastante mejor de lo que esperaba.
Después de casi dos horas de viaje llegamos al Estartit y nos fuimos de cabeza a desayunar pues la mayoría íbamos con el estómago vacío. Buffet libre y a ponernos las botas combinando dulce con salado…

Saciado el apetito, pudimos pasear durante media hora por la playa de Estartit. Nos encontramos con niebla en el horizonte. Una niebla que filtraba los rayos de sol y producía una siluetas preciosas al contraluz.
– Corre, corre, coge la cámara y dispara, no sea que pase el momento.
Tan deprisa fui que disparé con los mismos valores de exposición que puse en la cámara en el interior del hotel. Por supuesto sobreexposición total, negativo casi blanco. Tuve que reponer los valores adaptándolos al momento con tan mala fortuna que en el poco tiempo que necesité se me escaparon del horizonte unas preciosas siluetas negras de hombre con perros que daban vida a la escena.
Mi propósito de disparar siempre en modo manual para aprender a leer la luz, a veces me traiciona y provoca frustración, pues hace que pierda imágenes irrepetibles.
Nada puede haber peor, para un cazador de imágenes, que perder por error suyo una imagen irrepetible. Es lo más parecido que conozco, a un duro castigo.
Hablando de castigo hay que volver al autocar para marchar a Roses. Queremos subir en un carrilete que hay allí, que nos llevará unos pocos Kms de ida y vuelta, bordeando la costa.

El trayecto de este carrilete es increíble. Sube por un camino de tierra estrecho, lleno de baches de las últimas lluvias, hasta lo más alto de un monte. La vista es cada vez más impresionante, pero no hay más de un metro de distancia del lado del acantilado y nosotros botando y rebotando entre risas de bache en bache. Diría que fuimos atrevidos, incluso valientes de hacer aquel recorrido. Sentíamos ir sobre un caballo loco y desbocado, riendo, inconscientes, haciendo fotos sin parar. ¿Cómo pude hacer fotos en aquellas circunstancias? La verdad es que no me lo explico y además, quedaron bastante bien, ja, ja, ja.
De vuelta a Roses, un poco más magullados que antes pero felices de tanto reir, otra vez al autocar y vuelta al Estartit. Tocaba visitar las Islas Medas y marchar corriendo a comer. Buffet libre de nuevo para sacar el vientre de pena.

Una excursión extraña con sensación agridulce, muchas horas de autocar pero ratos libres intensos y divertidos. Me alegro de haber llevado la reflex, al final conseguí un buen ramillete de fotos. Os muestro una selección de las mismas, en una colección construida para tal fin, a la que titulo “Excursión al Estartit”. Ver colección...